Desde 1964, bajo el nombre inicial de SOS Faim, nuestra ONG lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad adoptando un enfoque agroecológico y asociativo. Hoy, junto a más de 70 organizaciones socias en tres continentes, Humundi apoya la transición agroecológica para garantizar mejores ingresos a las comunidades agrícolas y alimentos sanos, accesibles y sostenibles para todo el planeta.
Queremos un mundo sin hambre, justo, inclusivo y solidario, donde todos y todas puedan vivir en armonía y satisfacer sus necesidades básicas, garantizando las de las generaciones futuras.
Hoy persiste el hambre, que afecta sobre todo a los campesinos y sus familias, marginados por el sistema industrial. 735 millones de personas padecen hambre, mientras que 2.500 millones tienen sobrepeso y 890 millones serán obesas en 2022. Estas cifras ponen de manifiesto el mal funcionamiento de nuestros sistemas alimentarios. Pero este no es el único problema: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el impacto de los pesticidas, la contaminación, la pobreza rural y la migración son cuestiones cruciales e interconectadas.
Para hacer frente a estos retos locales y mundiales, estamos adoptando un enfoque global apoyando la aparición de sistemas alimentarios sostenibles. Estos ofrecen muchas soluciones para un futuro más justo.
Una renta digna para las comunidades agrícolas y alimentos sanos para todos en un entorno protegido: ¡es posible! Por eso la agroecología está en el centro de los compromisos de Humundi.
El acceso a servicios financieros adecuados sigue siendo un reto importante para los agricultores. Por eso Humundi facilita este acceso para equipar mejor a quienes trabajan por sistemas alimentarios sostenibles.
Con nuestros socios, sensibilizamos a los dirigentes políticos sobre la urgente necesidad de actuar para establecer un marco político que apoye la transición, actúe contra los perjudiciales acuerdos de libre comercio, contra los pesticidas químicos y financie la agroecología.
Humundi apoya a todo aquel que quiera implicarse, comprender los retos a los que se enfrenta la industria agroalimentaria y adquirir los conocimientos necesarios. La implicación ciudadana es una palanca esencial de la solidaridad internacional para hacer frente a los retos de aquí y de allá.
Nuestro objetivo es mejorar las condiciones de vida y de trabajo de todos los que intervienen en la cadena de producción alimentaria. Nuestra doble misión es luchar contra las desigualdades y garantizar el acceso de todos y todas a una alimentación sana.
Al situar a las personas en el centro de nuestras acciones, recreamos vínculos sociales, promovemos la solidaridad entre comunidades y realzamos las culturas locales tradicionales. Nos aseguramos de que todos, especialmente las mujeres y los jóvenes, puedan empoderarse, participar en la toma de decisiones y ser independientes.
Nuestro trabajo se basa en una estrecha colaboración con socios locales en África y América Latina. Co-construimos con organizaciones locales como ONG, organizaciones de agricultores, movimientos sociales e instituciones de financiamiento s e investigación a lo largo de toda la cadena de producción de alimentos, desde el campo hasta la mesa. De este modo, no trabajamos «en lugar de», sino «con» nuestros socios, que están familiarizados con los problemas locales y cuentan con su experiencia.
La agroecología representa una solución concreta para alimentar el planeta de forma sostenible respetándolo. Además de preservar el medio ambiente, valora y respeta a las personas que trabajan en el centro de la producción alimentaria, con el objetivo de garantizar la soberanía alimentaria y una mayor autonomía. Llevamos casi 10 años defendiendo los principios de la agroecología en el campo, mientras abogamos por su integración en las políticas alimentarias y agrícolas.
Trabajamos en estrecha colaboración con 70 socios, entre organizaciones de agricultores, instituciones de financiamiento rural, organismos de investigación y ONG locales, todos comprometidos con la transición agroecológica.
Nuestros socios son nuestra fuerza. Formamos una red dinámica y diversa, combinando nuestras habilidades, recursos y determinación para crear un impacto positivo en las comunidades a las que apoyamos.
Descubra nuestro equipo internacional, comprometido y multidisciplinar, que opera en Europa, África y América Latina. Juntos, trabajamos por un cambio sostenible.
1964
Tras la llamada de la FAO a la sociedad civil para luchar contra el hambre de forma sostenible. La sensibilización y la recaudación de fondos fueron nuestros primeros objetivos.
1984
como ANAPQUI en Bolivia, una asociación que ahora es financieramente autónoma y apoya a más de 1.100 productores de quinua orgánica.
1986
rural, social y participativa en Bélgica y, un año más tarde, creamos KAFO JIGINEW en Malí, actualmente el mayor instituto de microfinanciación del país.
1996
SOS Faim centra su acción en las zonas rurales en la agricultura campesina en América Latina y África para luchar contra la pobreza y el hambre y responder a las necesidades de las poblaciones vulnerables.
2004
contra la competencia desleal de los pollos congelados europeos en África conduce a la prohibición de las importaciones y a la reactivación de la producción nacional en Camerún.
2009
Un festival de cine fórum que examina nuestra relación con la agricultura y la alimentación.
2017
SOS Faim hace de la agroecología el modelo de desarrollo agrícola promovido en todos los países donde opera.
2019
denuncia la sobreproducción de leche de la Unión Europea, que asfixia a los agricultores de Europa y África Occidental.
2021
para satisfacer las crecientes necesidades de las comunidades rurales y reforzar la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles.
2022
pide a Bélgica que deje de producir y exportar pesticidas prohibidos.
2023
Una nueva etapa en nuestro compromiso por un mundo más justo, solidario y sostenible.