Nuestras campañas > No exportemos nuestros problemas

¡Los productores
de aquí y de fuera
se beben la copa!

Desde hace varios años, el sector lácteo europeo sufre un exceso de producción. Esto ha provocado una caída de los precios, haciendo imposible que los ganaderos europeos puedan vivir de su trabajo.
Para las agroindustrias, es más bien un regalo del cielo. Compran leche a bajo precio y acuden a los mercados de África Occidental para vender el excedente. Pero cuando llega allí, la leche ya no es realmente leche. Es un polvo desnatado que ha sido engordado con aceite de palma y cuesta hasta un 30% menos que la leche local. Esta leche falsa está invadiendo y asfixiando a la industria local y a los agricultores africanos.

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aquí y en otros lugares,
apoyemos a los productores

Nuestras recomendaciones

  • Adoptar medidas de gestión de la oferta de la producción láctea europea en caso de crisis para evitar la sobreproducción estructural y cíclica.
  • Establecer relaciones comerciales justas entre la Unión Europea y África.
  • Apoyar a las industrias locales africanas mediante una política de desarrollo coherente.

La campaña en cifras

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6

Socios de la campaña

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1

acción de movilización ante la Comisión Europea

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48

relés de medios

Progresos

Nuestra coalición de ONG y representantes de los ganaderos se ha anotado sus primeras victorias seis meses después del lanzamiento de la campaña.

La Comisión Europea ha creado una línea arancelaria específica para controlar las exportaciones de leche en polvo reengrasada con grasas vegetales, respondiendo así a una recomendación de la campaña. Esta medida proporcionará datos transparentes sobre el comercio de este producto desde la Unión Europea. Además, la campaña se tuvo en cuenta en un seminario interno de la Comisión Europea, lo que demuestra la repercusión de sus mensajes. También se celebraron reuniones con representantes de los ganaderos de África Occidental y eurodiputados, lo que demuestra la apertura al diálogo.

A pesar de estas victorias, la campaña continuará en una segunda fase, ya que son necesarias más acciones para garantizar la coherencia de las políticas europeas y promover el desarrollo de la agricultura campesina en el Sur.