2020 ha sido un año azotado por la COVID-19, que ha traído su cuota de dificultades y ha agravado las crisis existentes en muchos de los países en los que operamos. Pero la crisis también ha revelado algunas cosas positivas: ha puesto de relieve la resistencia de las comunidades rurales y el éxito de los circuitos cortos y las cadenas de suministro locales.